¡Hola!

Somos Claudia y María, socias y amigas. Terminamos la carrera de Historia del Arte y a partir de ese momento coincidimos en crear un proyecto lleno de arte y educación ¡y lo creamos! un proyecto que se convirtió en una empresa pero que no deja de ser una forma de vida.

Han pasado los años y hemos creado una metodología propia sin darnos cuenta: hablar de arte de una manera clara y sencilla, convertir el juego en parte del aprendizaje, ser espectadoras activas en los museos e identificarnos con el contexto y las necesidades de cada cliente con una actitud cercana y familiar. En este tiempo nos hemos dado cuenta de que parece que se nos ha olvidado que jugar nos desconecta de todo y a su vez nos conecta con nuestro yo más puro, el infantil. Para nosotras, el arte es emoción, la emoción es algo que todos llevamos dentro y con esa emoción podemos experimentar y llegar al aprendizaje. Por eso queremos proponerte algo… ¿Jugamos? Súmate a la experiencia ardillera.

Claudia

María

¿Por qué La Ardilla Rusa?

Buscando un nombre que representara una nueva manera de ver el arte en los museos y de experimentar la plástica desde una manera creativa, encontramos a La Ardilla Rusa. Aunque nos gustaría aclarar que no tenemos nada que ver ni con la ensaladilla ni somos una protectora de animales…mejor os contamos un cuento para hablaros de nuestro nombre.

Cuenta la leyenda que desde hace siglos los pintores han buscado en los bosques más fríos a La Ardilla Rusa. En invierno a esta ardilla le crecía mucho el pelo para soportar el frío. En verano los artistas buscaban a la ardilla rusa y se convertían en peluqueros llevándose un poco de ese pelo. Gracias al regalo que les hacía este animal podían hacer sus pinceles y pintar sus obras de arte. Y claro, así es como La Ardilla Rusa ha conocido a un sinfín de artistas y ella nos ha contado todos sus secretos.

Un sin fin de pintores, en especial los impresionistas, utilizaron el pelo de la Ardilla Rusa para sus pinceles. El pincel de la ardilla rusa es considerado uno de los más absorbentes y resistentes que existen. Por lo que, como os decíamos, buscando nombres La Ardilla Rusa fue el elegido,  por su lado artístico y porque su personalidad divertida y juguetona que siempre nos ha hecho sentirnos identificadas con ella.

Metodología

Nuestra visión está basada en un enfoque cercano del arte, de los artistas o del patrimonio. Conectando desde la emoción, con la experiencia propia de cada persona, de manera que se genere un diálogo que despierte un interés e inquietud y conlleve al aprendizaje. Proponemos un acercamiento al arte desde un punto de vista innovador.

Visión

Hemos desarrollado una metodología propia basada en la interacción de diferentes ramas creativas y artísticas. Creando, jugando, cooperando y dinamizando una sesión, se asimilan conceptos tan simples como la mancha o más complicados como la composición cubista. El educador/a ardillero/a se convierte en un acompañante de todo este viaje en el que cada niño/a o adulto/a descubrirá su propio camino. Dicha metodología se basa en el aprendizaje como juego e intenta conectar nuestro potencial más infantil desde la curiosidad y la creatividad.